Entender la dislexia
Los niños y niñas aprenden y se desarrollan a su propio ritmo, y la lectura no es diferente del desarrollo de otras habilidades. Es común que los niños se encuentren ante desafíos con la lectura en un momento u otro. Pero si aprender a leer se convierte en una lucha continua que hace que un niño se quede rezagado en relación con sus compañeros, es posible que tenga un trastorno del aprendizaje conocido como dislexia.
¿Qué es la dislexia?
La dislexia se asocia comúnmente con la dificultad para aprender a leer. Afecta la capacidad de un niño para reconocer y manipular los sonidos del lenguaje. Los niños con dislexia tienen dificultad para decodificar palabras nuevas, o dividirlas en partes más manejables que puedan pronunciar. Esto causa dificultades con la lectura, la escritura y la ortografía. Puede que lo compensen memorizando las palabras, pero tendrán problemas para reconocer palabras nuevas y puede que tarden más en reconocer incluso las palabras familiares.
La dislexia no es un reflejo de la inteligencia de un niño. De hecho, se define como una brecha entre la capacidad de un estudiante y su rendimiento. Algunos niños con dislexia logran mantenerse a la par que sus compañeros haciendo un esfuerzo adicional, por lo menos durante los primeros grados escolares. Pero tienen problemas para mantenerse al día alrededor del tercer grado, cuando tienen que poder leer con rapidez y de manera fluida.
Con ayuda y estrategias para compensar su dificultad con la decodificación, los estudiantes con dislexia pueden aprender a leer y salir adelante académicamente. Pero la dislexia no es algo que desaparezca al crecer.
¿Qué tan común es la dislexia?
Se estima que uno de cada cinco niños tiene dislexia y que entre el 80 y el 90 por ciento de los niños con trastornos del aprendizaje la tienen. La Dra. Sally Shaywitz, codirectora del Yale Center for Dyslexia and Creativity, señala que muchos niños se quedan sin ser diagnosticados, porque las dificultades que en general tienen los niños en la escuela se atribuyen incorrectamente a la inteligencia, al nivel de esfuerzo o a los factores ambientales.
Aunque los expertos solían decir que la dislexia ocurría con más frecuencia en los niños que en las niñas, la investigación actual indica que afecta a niños y niñas por igual.
Señales de dislexia
Una persona joven con dislexia puede:
Tener dificultades para aprender incluso rimas simples.
Tener un retraso del habla.
Tener problemas para seguir instrucciones.
Repetir u omitir palabras cortas tales como y, el, pero.
Tener dificultad para distinguir entre izquierda y derecha.
En la escuela, es probable que los niños con dislexia:
Tengan dificultad para pronunciar palabras nuevas.
Falta de fluidez en comparación con otros niños de su edad.
Inviertan letras y números al leer (leer roma, en lugar de amor, por ejemplo).
Tengan dificultad para tomar notas y copiar palabras del pizarrón.
Tengan dificultad para hacer rimas, asociar sonidos con letras y para secuenciar y ordenar sonidos.
Vacilen y tengan dificultad para deletrear incluso palabras comunes. Con frecuencia las deletrean fonéticamente (prto en lugar de puerto).
Eviten ser llamados a leer en voz alta delante de sus compañeros de clase.
Se sientan cansados o frustrados al leer.
La dislexia también afecta a los niños fuera de la escuela. Los niños con dislexia también pueden:
Tener dificultad para decodificar logos y letreros.
Tener dificultad para aprender las reglas de los juegos.
Tener dificultad para seguir las instrucciones de varios pasos.
Tener dificultad para entender cómo leer la hora.
Tener especial dificultad para aprender otro idioma.
Sentirse increíblemente frustrados, lo que puede afectar su estado de ánimo y estabilidad emocional.
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